¿De dónde nace el pudor?

¿De dónde viene la vergüenza de lo que consideramos “privado” o “prohibido”?

¿Está bien dejar ver la desnudez, siendo algo que todos compartimos?

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Al intentar responder a estas preguntas, surge la necesidad de explorar la experiencia alrededor de la mera desnudez, y es justo eso lo que inspira este proyecto.
Con la intención de buscar ver más allá del cuerpo desnudo, he querido evidenciar el proceso del pudor que todos podemos experimentar de diversas formas, pero llegando al mismo resultado: La desnudez. 

Una desnudez ordinaria, natural, sin poses planificadas. Una desnudez como la de cualquiera, ahora a tu vista, pero no para tu disfrute, sino para la introspección.

Desde una mirada neutral, sin prejuicios, sin alabanzas, buscando mostrar la simple realidad, conectándote a ti, que estás viendo esto, con ese momento específico, buscando llevarlo al cuestionamiento.